martes, 24 de agosto de 2010

El humo de tu cigarro tiene más consistencia

Abriré la palma de la mano, y te pediré que deposites en ella ese recuerdo que tanto te entristece; no te es posible. Abriré la palma de la mano, y te pediré que deposites en ella ese pensamiento que tanto te preocupa; no te es posible. ¿Te has parado a pensar qué es un recuerdo, y qué es un pensamiento? El humo de tu cigarro tiene más consistencia real que ellos. La realidad está en ti y la regalas alegremente a cosas que no tienen sustancia, y después te afliges por ello, date cuenta de esta torpeza.

Sueñas y crees que despiertas, pero en realidad sigues medio dormido. Mientras tus pensamientos y recuerdos te roben la realidad, sigues durmiendo, sigues creando mundos personales donde la euforia y la tristeza se alternan como el día y la noche. Todo es más fútil que el aire de un eructo, pero para ti es tu verdad. Es debido a que te has perdido en un despiste y confundes tu identidad con unos recuerdos y pensamientos.

Nada tiene valor si tu no se lo das ya que lo único real eres Tú. Y no me refiero a tu cuerpo, ni a tu mente, sino a lo que realmente Tú eres. Si puedes observar el cuerpo y sentirlo es porque te pertenece pero no lo eres. Si puedes observar la mente y sentirla, es porque te pertenece pero no la eres. Aquello que puedes ver y observar, no lo eres, es una experiencia evidente a la cual no has prestado la suficiente atención.

No tengas miedo, puedes abandonar los recuerdos como si de simple basura se tratase, pues en realidad lo es. Puedes abandonar los pensamientos como si de aire flatulento se tratase, pues en realidad lo es. No importa si los recuerdos y pensamientos están, siempre y cuando Tú estés vivamente presente para presenciarlo; siempre y cuando tu verdadera identidad sea reconocida en el mismo instante sin perder ese sentimiento. Entonces, gozoso y vibrante, sin euforia ni tristeza, el mundo real aparecerá por primera vez ante tus ojos. Todo lo que creía que me ocurría era pura invención, simplemente me había olvidado de Mi, y aquello que yo no era usurpaba cómicamente la realidad.

Mientras tengas miedo de afrontar este hecho, sigue buscando, en un momento u otro llegará tu oportunidad, aunque después de dar vueltas y vueltas descubrirás que no hay otro camino. De todas formas, mientras buscas, solo te pido que desarrolles la Honestidad y la Nobleza, te allanarán el camino a aceptar en qué consiste la realidad.