sábado, 11 de julio de 2009

¿A dónde estás en este momento?


¿Quién está viviendo tu vida ahora mismo, tu o tus pensamientos? Aparecen tus pensamientos y si no has aprendido a sentirte aparte de los mismos, entonces te pierdes en ellos. Los pensamientos pretenden recrear la realidad, pero tan solo son los ecos sin vida del pasado. Un esbozo de lo que pasó hace un minuto o hace diez años, tanto da, pero no son la realidad, son sólo interpretaciones simplificadas y muy inexactas.

Si no has aprendido experimentalmente a distinguirte a ti de tus pensamientos te identificarás con ellos y te harán sentir emociones, tanto positivas como negativas. Habrá un descontrol en tu emocionalidad y estarás a merced de la misma. Está bien cuando se trata de pensamientos que te evocan bienestar pero, ¿qué ocurre cuando te provocan intranquilidad y sufrimiento? Si te has perdido en ellos sin sentirte a ti mismo en todo momento, estás perdido en la danza de la ilusión de placer y sufrimiento.

Estás preocupado por quien eres; estás preocupado de si eres menos de lo que esperabas de ti o esperaban los demás; estás preocupado porque sientes que algo te falta y no atinas descubrir de que se trata. Tus pensamientos muy a menudo están dando vueltas juzgándote a ti y a los demás. Crees que si los demás son más que tú sufrirás, pero si descubres que son menos te sentirás aliviado. ¿Te parece eso una solución auténtica?


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