Justamente lo que más temes es lo que te hará libre. Abandona a tus pensamientos y la felicidad será contigo con toda garantía. Dejar de pensar la vida te aboca por sí solo a empezar a sentir y experimentarla instante tras instante, no de vez en cuando. La vida te reclama por eso no te sientes completo. Acaba con la distracción del pensamiento que te impide ser tú mismo.
Cuando no tienes sosiego es porque algo temes. El miedo lo crea el pensamiento y genera más miedo en un círculo vicioso que impide ver la realidad. Intenta comprender que quiere decir sentirte a ti mismo. Sentirte ante todo lo demás distinguiendo con claridad todo lo que te es añadido pero que no eres.
Absolutamente nada que pienses eres tú, con toda garantía. Tu sólo te puedes vivir gozosamente momento tras momento, nunca pensándote. El placer que sientes al pensar determinadas cosas es tremendamente fugaz. El gozo de sentirte a ti de forma directa sin mediación de ningún pensamiento, no tiene límites. Crecerá y crecerá hasta demostrarte palpablemente quien eres realmente.
miércoles, 15 de julio de 2009
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2 comentarios:
Me está encantado lo que leo...
Es todo tan cierto!
Mi problema es el siguiente.., tengo un conflicto, entre lo que soy realmente (o lo que creo que soy) y lo que quiero ser.., no me gusta quien soy, no me gustan mis miedos, mis limitaciones, y cuando quiero cambiar siento que me traiciono. ¿Como puedo crecer sin traicionarme?
Gracias, sigo leyendo.. :-)
Compleja pregunta. Más adelante trataré de escribir algo al respecto pero te adelanto unas ideas. No se trata de rechazar los modos que tenemos de ser como persona. Se trata de conocerte a fondo y establecer relación amistosa con ello. Puedes creer que ya sabes cómo eres pero te aseguro que la experiencia me ha demostrado que no nos conocemos realmente. A medida que la sinceridad sobre ti crezca, simultáneamente, deberás de trabajar tus puntos débiles y desarrollar algunos aspectos que fortalezcan el conjunto de tu persona.
Hay que crear una dinámica de cambio. No se da un cambio porque sí de un día a otro. Pero a pesar de todo, debes de descubrir que tal como eres ya, ni te falta ni te sobra nada. Otra cosa es como persona, pero tú eres más que una persona, eres consciencia. Eso, aunque tú todavía no sepas valorarlo, no tiene precio. Hay que aprender a sentirlo y descubrir la importancia que tiene. La consciencia es la que crea tu realidad, es la fuente del sentido de todo. Hay que aprender a vivir desde la fuente. Después, los detalles de la persona se ajustarán y descubrirás que no tienes que ser lo que habías imaginado que tenías que ser.
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